Conversación mantenida con una comerciante del Mercado Municipal de Ciudad Real con las investigadoras Ivonne Herrera Pineda y Ana Costa Rosado. Agradecemos sinceramente su amabilidad y generosidad al mantener esta conversación con nosotras. A continuación, se presentan informaciones surgidas en esta conversación:

Esta comerciante conoce muy bien el mercado pues ha trabajado allí durante más de dos décadas.

Hace cuarenta años, el mercado era un lugar lleno de actividad, con puestos que ofrecían una amplia variedad de productos frescos, como pescado, carne, frutas y verduras. La planta de abajo estaba llena de pescaderías, mientras que en la segunda planta estaban las carnicerías. Hoy en día la planta de arriba ya no tiene puestos de mercado, sino oficinas del ayuntamiento. La planta de abajo es propiamente mercado, donde conviven puestos vacíos con fruterías, pescaderías, carnicerías, charcuterías…

En las últimas dos décadas, la situación ha cambiado considerablemente en relación con los inicios del mercado. Los puestos que antes estaban llenos han ido vaciándose, y muchos comerciantes han dejado el negocio debido a las dificultades económicas, la falta de apoyo institucional y la poca afluencia de clientes. Ella mantiene su negocio gracias a la fidelidad de sus clientes.

Comenta que cuando ella entró al mercado como comerciante, los puestos del mercado se subastaban. Estas subastas han cesado debido a la burocracia y la falta de acuerdos con el ayuntamiento. Esta interrupción en las subastas ha resultado en puestos vacíos y una falta de renovación en el mercado.

Recuerda con nostalgia la tradición de ir al mercado a comprar productos frescos, una práctica que ahora está en declive, especialmente entre la población joven. Sin embargo, señala la importancia de la calidad de los productos que ofrece el mercado. También enfatiza el aprecio que tienen comerciantes y clientes por el mercado, al ser un espacio que posibilita una alimentación sana y una atención personalizada.