En 1949, la Dirección General de Regiones Devastadas prepara un proyecto de Reconstrucción del Hospital Jesús Nazareno entre sus actuaciones en Montoro. Sin embargo, ese proyecto no se concretiza y se actualiza en 1957 con pequeñas modificaciones. En 1960, durante la ejecución de la obra, surge la necesidad de un proyecto adicional al descubrirse en obra nuevos factores no contabilizados como cimentaciones y muros cuya consolidación es necesaria. La Dirección General de Regiones Devastadas encarga el proyecto a la Delegación Provincial del Ministerio de la Vivienda en Córdoba. Se incluyen alfeizares de ventanas con ladrillo y baldosa de Martos. Los retrasos en la obra motivados, entre otros por la escasez de mano de obra a inicios de los años 60, hace que la recepción de obras se extienda a 1970.

No obstante, en 1971, ya se están preparando “Obras complementarias de reconstrucción del Hospital Jesús Nazareno en Montoro” cuya recepción provisional se hace en 1973. La falta de recepción definitiva lleva al constructor a un periplo administrativo para devolución de la fianza, que llegaría con la recepción definitiva de la obra en 1981, posterior al fallecimiento del arquitecto director de obra, Daniel Sánchez Puch. Entre 1973 y 1981, la Dirección General de Arquitectura, Economía y Técnica de la Construcción del Ministerio de la Vivienda pasa a Dirección General de Arquitectura y Tecnología de la Edificación y posteriormente a Dirección General de Arquitectura y Vivienda en el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo.

La continuidad administrativa de las obras del Hospital continua en período democrático, ya que en el mismo año de 1981 se promueven obras de reforma del antiguo hospital, cuyo funcionamiento a esas fechas era la de hospital de crónicos o asilo, función que se deseaba mantener adecuando y modernizando las instalaciones. El proyecto de reforma y ampliación, que se refiere al edificio como “Asilo”, fue redactado por José Chastang, en ese momento, arquitecto provincial de la Diputación de Córdoba.