Conversación con Jorge Civantos, en abril de 2024, con las investigadoras Ivonne Herrera Pineda y Ana Mehnert Pascoal. Desde el proyecto Arquitectura Aquí agradecemos profundamente todo su apoyo, amabilidad y generosidad en facilitarnos todo lo que estuvo a su alcance.

Jorge Civantos Capella es arquitecto, interesado en patrimonio, sostenibilidad y nuevas tecnologías. Por su trabajo fue premiado en 2018 con la Mención de Honor del Premio de Arquitectura Técnica a la mejor actuación en Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Jorge Civantos es hijo de Tomás Civantos, que fue el arquitecto que diseñó y proyectó la barriada de Las Trescientas en Cáceres. Durante esta entrevista, Jorge va comentando algunos detalles de la documentación que nos muestra, especialmente, la memoria constructiva de la barriada de las 300, que es un documento valioso que pone a nuestra disposición para consulta. A continuación, se presentan algunas de las informaciones mencionadas durante la entrevista:

La construcción de la barriada de Las 300 fue promovida por la Obra Sindical del Hogar y Arquitectura. En la memoria constructiva se menciona la construcción de 300 albergues para familias de clase modesta. La finalidad del proyecto era proporcionar viviendas dignas a población que antes vivía en chabolas. Jorge llama la atención sobre el término de “albergues”, que da un sentido de temporalidad, sin embargo, no parece que hubiera restricción temporal para el uso de las viviendas, y además el material usado no es temporal, sino que se usó hormigón y ladrillo.

El proyecto de Las Trescientas fue completado en el año 1969, y el arquitecto que diseñó este conjunto fue su padre, Tomás Civantos. A este arquitecto le preocupaba especialmente la funcionalidad y diversidad del diseño, así como la economía del proyecto. Con un presupuesto modesto, este arquitecto fue capaz de crear un conjunto armónico, no homogéneo, de construcción sencilla, pero robusta y funcional, y con un diseño que incluía jardines, plazas y equipamientos diversos, como una biblioteca, locales para comercios o una escuela para párvulos. Las viviendas tenían distinta tipología por tamaño por lo que presentaban algunas variaciones. Pero por lo general eran de dos plantas, con una planta baja que incluía un patio trasero o delantero, vestíbulo, aseo, cocina, un salón, la escalera, y una planta superior donde por lo general se encontraban los dormitorios.

El arquitecto Tomás Civantos estaba preocupado por cuestiones como la ventilación, confort térmico o la iluminación. Por ejemplo, en algunas variaciones de vivienda se observan balcones en la planta alta que sirven también de pequeño porche al patio, lo que posibilita resguardarse en caso de lluvia. En la memoria no se observan elementos, ya usados en los años setenta, como la doble pared para aislamiento térmico, pues duplicar todas las paredes exteriores habría conllevado un coste mayor. Sin embargo, incorpora materiales como tela asfáltica para resguardar los peldaños o genera soluciones creativas para proteger a las viviendas de la humedad, al colocar un primer forjado de saneamiento. Jorge señala esto último como un valor añadido de este proyecto, pues tiene un coste económico, pero es una buena decisión: “aquí en el suelo, pues a lo mejor no hace falta montar todo esto, sino que a lo mejor se echaba una solera de hormigón, pero esto le daba calidad al asunto porque te asegura que estas viviendas no van a tener humedades.”

Tomás Civantos fue detallista en diversos elementos y combinaciones arquitectónicas, procurando promover tanto el encuentro social, como el dignificar el espacio mediante elementos distintivos. Por ejemplo, Jorge resalta dos detalles, como el diseño de las celosías, que era creado por los obreros con libertad, siempre que siguieran el mismo diseño en la parte delantera y trasera de la vivienda. Por otro lado, los contenedores de basura estaban ocultos a la vista, a través de una especie de escultura de ladrillo en espiral. Se trataba de un diseño innovador incluido en la memoria pero que finalmente no se llegó a realizar.