Según conversaciones mantenidas con residentes de la zona y de la ciudad de Montoro, esta escuela está muy bien conservada y su aspecto se mantiene muy semejante al original. Carlos, actual propietario (junto a sus hermanos), recuerda con cariño experiencias vividas en estos edificios pues su familia compró la antigua escuela en los años 80 y la reutilizó como "ventorrillo" [pequeña tienda de alimentos y otros enseres] y también como vivienda familiar. Su familia y él vivían en la casa del maestro. Según nos comenta, esta casa, al entrar, tenía salita, chimenea, cocina y dos habitaciones. La otra casa, que era donde en su día se daban las clases -la escuela- la usaban como un salón grande de juegos. En este salón tenían billares y futbolín, y recuerda que allí fue muy feliz. Actualmente es utilizada por su familia como casa de campo.

Para más información sobre las microescuelas de Montoro, consultar la microescuela coetánea de Casillas, las escuelas rurales de La Torrecilla o del Risquillo, o las microescuelas de la Fuensanta y Charco del Novillo.

En las microescuelas de Encarnada y de Casillas se repite el mismo proyecto utilizado en las escuelas del 1963 en La Fuensanta y en Charco del Novillo, creando un conjunto de cuatro escuelas iguales y de imagen muy característica. Destaca el moderno diseño de los dos edificios dispuestos lado a lado. Uno, de frente estrecha y con dos plantas, donde se enfatiza la verticalidad, alberga la casa del maestro. El otro, de frente ancha y con dos aguas desencontradas para creación de una ventana alta a toda la anchura de la fachada, recibe la sala de aula. La fachada del edificio del aula era casi totalmente ocupada por una gran ventana, reculada en relación la cubierta –aunque se encuentre muy alterada en todos los ejemplares de Montoro. En el extremo derecho, una pared lisa en el plano de final de la cubierta (adelantada en relación con la gran ventana) indica la zona de los aseos. Las dos paredes laterales exteriores son de ladrillo visto. En la casa del maestro se repite un juego similar con planos de la fachada. Esta se encuentra reculada en relación con la cubierta y paredes laterales, a excepción de la zona de entrada –en el plano de la cubierta y paredes – que crea un balcón en el piso superior, cubierto con el propio tejado. En la casa del maestro todas las paredes exteriores son encaladas.