La Asociación Benéfico-Constructora Virgen de Guadalupe (ABCCVG) fue creada por iniciativa del obispo de la diócesis de Coria-Cáceres, Manuel Llopis Ivorra, que hizo "un llamamiento explicito al Secretariado de Cáritas Diocesana de Cáceres para que éste creará una vocalía de la vivienda, con el fin de estudiar las posibilidades de llevar a cabo alguna acción inmobiliaria en la ciudad" (Checa Artasu 2005, 105).

La asociación recibio aprobación provisional del Instituto Nacional de Vivienda en 1953, obteniendo constitución definitiva el año siguiente. En las décadas siguientes, LLopis Ivorra presidió a la ABCCVG; el presidente fue responsable por la designacón de vocales y miembros de la junta (representantes de la Junta Diocesana de Acción Católica, de los Sindicatos, del Ayuntamiento, de Obras Públicas, de Caja de Ahorros y Monte de Piedad, etc.), que formaran una comisión permanente. La junta integró el arquitecto diocesano, Fernando Hurtado Collar.

El objetivo principal de la ABCCVG  fue la construcción de viviendas de renta reducida "para ser habitadas, por obreros, empleados, pensionistas o personas de modesta condición" (cit. in Checa Artasu 2005, 107), y de edificaciones complementarias. La construcción del Barrio Llopis Ivorra, iniciada en 1955 en la zona de El Carneril en Cáceres, marcó el inicio de su actividad inmobiliaria.