Entrevista en el Archivo de la Diputación Provincial de Ciudad Real

El padre de Ángel, Ángel Jara Barreiro, fue diputado provincial y fue elegido presidente de la recién criada Junta de Gobierno del Hospital Provincial en julio de 1971. La Junta gestionaba el Hospital existente, sus obras y transformaciones, mientras promovía la construcción de un nuevo edificio hospitalario (Hospital del Carmen, 1976). Se impulsó la construcción del nuevo Hospital del Carmen porque el antiguo edificio (actual diputación y anejos) era antiguo y ya tenía pocas condiciones. A Ángel lo operan de niño en el Hospital del Carmen en 1978, por lo que ya estaba funcionando en ese año.

Su abuela materna, María Barreiro Nieto, trabajaba de enfermera en el Hospital Provincial, en el ala de infecciosos pulmonares (tuberculosos). Allí pilló la guerra; durante la guerra la falta de comida y antibióticos hacía que os enfermos de tuberculosis “cayesen como churros”. Más tarde se construyó en la Atalaya [Sanatorio de la Atalaya – derrumbado (https://cadenaser.com/emisora/2020/03/10/ser_cuenca/1583844417_653084.html)] un pabellón para tuberculosos. Pero ya se hace tarde, cuando se termina ya no hay apenas enfermos, ya había antibióticos. El pabellón se convierte en Psiquiátrico.

Sobre el Hospital de Alarcos: Su hermano Pedro nació allí en 1966, y ha sido unos de los primeros niños en nacer en el Hospital de Pío XII, que habría sido inaugurado ese año.

Sobre otros centros médicos: No había Seguridad Social, había Beneficencia. No se pagaba, pero los servicios eran irregulares, la gente se presentaba esperando médico y podía no haberlo. En C/ Altagracia había un centro sanitario; otro centro llamado 18 de julio estaba al lado de la cárcel (aún está, no fue demolido) a la derecha del torreón en la salida para Madrid [https://maps.app.goo.gl/XRbQhRsfXLWyacKVA] y funcionaba como un centro de salud. También estaban los comedores de caridad o beneficiencia. Durarón hasta bien entrados los cincuenta, en parroquias o en colegios. Al año de 1943 le llaman el año del hambre.

Ciudad Real era un ciudad pobre y mal construida. Se daba como ejemplo en la escuela de arquitectura de Madrid como una ciudad mal construida. Los edificios eran malos, el suelo no tenía valor. La economia de la ciudad dependia de agricultura extensiva y algunos servicios, pero no se establece como ciudad de funcionarios hasta los 60. Cuando su abuelo llegó desde Extremadura (San Benito), lloró al entrar en la ciudad, de lo fea que era y de pensar donde se había metido. Las calles eran de tierra por asfaltar, la construcción muy mala. Comenta que el antiguo seminario, un edificio importante, fue demolido – estaba en el actual Parque del Pilar. También que en los anõs 60 empezó a florecer una actividad cultural a partir de la rivalidad entre estudiantes de la residencia "El Doncel" y estudiantes de los Marianistas.