Mercado de Abastos, Ciudad Real
La construcción de un nuevo mercado en Ciudad Real empieza a ser discutida en 1928 pero la inauguración del edificio no llegaría hasta 1948, después de veinte años y una conturbada historia paralela a la propria Historia de España de la primera mitad del siglo XX.
En febrero de 1928, el Ayuntamiento acuerda la construcción de nuevo mercado municipal en la misma ubicación que el antiguo mercado, que corresponde, en 2024, aproximadamente a la esquina entre las calles Alfonso X El Sabio y Bernardo Mulleras. Se preparan las bases del concurso para la presentación de anteproyectos, destinado a arquitectos españoles, y se estipula en las bases que el edificio tendría entrada por Plaza Cervantes y entrada secundaria bajo del edificio de oficinas municipales en C/ General Aguilera, debería quedar aislado y tener semisótano y planta elevada. El concurso abre a 1 de septiembre de 1929 y finaliza en 1 de noviembre de 1929, con la recepción de diez anteproyectos. El Ayuntamiento solicita a la Sociedad Central de Arquitectos, precursora del Colegio Oficial de Arquitectos, que envíe representantes para el jurado del concurso. La Junta Directiva de la Sociedad Central de Arquitectos designa como representantes a Bernardo Giner de los Ríos, Juan de Zavala Lafora y José María Muguruza Otaño.
Pero a finales de 1930, la Sociedad Central de Arquitectos no tenía respuesta del Ayuntamiento sobre el jurado o el concurso. Varias misivas quedaron por contestar y no es hasta la intervención del Gobierno Civil, que el Ayuntamiento decide convocar dicha reunión en marzo de 1931, para fecha próxima. La implantación de la II Republica a 14 de abril, impide la reunión del jurado y la resolución del concurso no se haría efectiva hasta noviembre de 1932. El nuevo Ayuntamiento republicano pretende la anulación del concurso, por el motivo que se sospecha ser el mismo que habría llevado a los retrasos de la anterior administración: el solar donde se ubica el mercado antiguo no está disponible. Aun así, por el tiempo transcurrido desde el final de la convocatoria, el ahora Colegio de Arquitectos, pide la resolución del concurso. El jurado se reúne en noviembre de 1932 para premiar los arquitectos Mariano Garrigues, Gabriel de la Torriente, Manuel Cabanyes y Antonio Vallejo, cada dupla autora de un proyecto premiado. Pero el concurso es dado como desierto, por el cambio de la ubicación del futuro edificio, y los arquitectos presentan recurso de reposición, argumentando que “el concurso fue convocado hace 3 años y que si por dilación en su fallo, de lo cual debe ser solo responsable el Ayuntamiento, las circunstancias actuales urbanas no determinan las mismas conveniencias municipales de entonces, esto no puede autorizar (...) la anulación”. Para no lesionar los intereses de los arquitectos, proponen que los autores de los proyectos elegidos pasen a confeccionar los proyectos definitivos del Mercado, pero el Ayuntamiento prefiere compensarles con 3.900 pesetas de indemnización.
Mientras tanto, el alcalde republicano José Maestro empieza, en el verano de 1931, a buscar soluciones para una nueva implantación del mercado. Contacta con su amigo Juan Treviño Aranguren, marqués de Casa Treviño Gotor, para la posible venta del terreno de este, entre las calles García Hernández, Reyes, Callejón de Borja y Juan II, llamado “Huerto del Marqués”. El marqués, que había sido concejal del Ayuntamiento, se propone a la venta una vez que el arquitecto municipal tase la finca. Una vez tasada la propiedad y otras vecinas en la misma manzana, se presentan las bases del concurso de construcción y financiación del Nuevo Mercado en terreno resultante del derribo de las edificaciones entre las calles de los Reyes, Capitán García Hernández [C/ Postas], Miguel Morayta [C/ Morería] y Callejón de Borja. Se prioriza la fijación del plan financiero sobre el proyecto de edificio. Los propietarios de las fincas indicadas se comprometían a venderlas a la empresa constructora o al Ayuntamiento por un importe total de 250.800 pesetas, que el comprador debería pagar en un plazo máximo de dos años. Parte del solar seria dedicado al ensanche de las calles vecinas, quedando 4207,50 metros cuadrados para mercado. En 1932.12.31, ya con planos de nuevo mercado municipal realizados por el arquitecto municipal, todos los propietarios de fincas a expropiar comparecen en el Ayuntamiento para prestar conformidad a las tasaciones y firmar acta donde constaba las cantidades de tasación a recibir. En septiembre de 1933, el plazo del concurso finaliza sin ninguna preposición y se paraliza el proyecto de nuevo mercado.
El día 16 de diciembre de 1936, ya empezada la Guerra Civil, el Alcalde Manuel Novés indica que se debe proceder a la compraventa de fincas urbanas necesarias para el mercado dentro de ese año y propone al Ayuntamiento que se paguen las fincas desde la cuenta del Banco de España donde varios vecinos han ingresado cantidades, ya que en presupuesto ordinario solo quedan 19.392 pesetas, y el total a pagar por las fincas es de 97.895 pesetas. La cantidad es notoriamente inferior a las 250.800 pesetas indicadas en las bases del concurso de 1933. Al día siguiente, Juan Treviño Aranguren, marqués de Casa Treviño Gotor, es asesinado por miembros del Frente Popular. La coincidencia de las fechas hace sospechar que la cuestión del solar del mercado habría influido en el desarrollar de la situación.
José Maestro San José había sido asesinado por militares sublevados en Valladolid. Son notorias las palabras de Juan Treviño enderezadas a su amigo José Maestro, en una misiva entre dos hombres que perderían la vida en el conflicto, a manos de bandos distintos: “Mi querido amigo (...) Los que hemos sido concejales y procurado cumplir honradamente nuestro cargo sabemos que todos los que están allí no tienen otro ideal (...) y del Ayuntamiento actual no tengo otro criterio, aunque tengamos diferencias hondas en el político, que no me pueden impedir ni me impedirán nunca ayudar (...) a conseguir la prosperidad de este pueblo (...)”.
Hasta el final de la guerra, no habrá más noticias. En agosto de 1939, la viuda del marqués de Treviño explica, en una larga carta al Ayuntamiento, los sucesos ocurridos durante el periodo de conflicto. En septiembre de 1936, su marido habría firmado una escritura de donación a favor del Ayuntamiento del solar “Huerto del Marqués”, que pide dejar sin efecto, por haber sido otorgada por coacción y bajo amenaza “toda vez que su negativa llevaba implícita la pérdida de su vida, como desgraciadamente ocurrió poco después”. Pide igualmente la devolución de dicha finca. En marzo de 1940, los demás propietarios de solares en la manzana del futuro mercado demandan al Ayuntamiento por la compra forzada, bajo coacción y con rebajas de precio a las que no podían negarse, de sus fincas en 1936. En esa fecha, en reunión con el entonces alcalde, los firmantes habrían mostrado su disconformidad, y el alcalde habría amenazado con la demolición de los inmuebles. La coincidencia del periodo de comprar-venta con la “época del terror que comprende la gestación de ese contrato desde diciembre de 1936 y febrero de 1937, época en que los asesinatos llegan a su mayor apogeo” habría llevado a propietarios a firmar los contratos. Por la Ley de 7 de diciembre de 1939, sobre revisión de pagos, piden juicio de conciliación al Ayuntamiento para cobro del valor remaneciente del precio acordado en 1932.
El Ayuntamiento considera que no tiene competencia para tratar de un asunto más proprio de tribunales ordinarios. Es, de nuevo, la intervención del Gobierno Civil que desbloquea la situación. El Ayuntamiento justifica el retraso en los procedimientos por los trámites para obtención de crédito por parte del Banco de Crédito Local de España, pero se dispone a comprar el solar del Huerto del Marqués por 85.000 pesetas. Se procede a la cancelación de inscripción en Registro de la Propiedad del solar, y se propone la adquisición por el precio acordado, a pagar con préstamo contraído con el Banco de Crédito Local de España.
Durante todo este conturbado proceso iniciado en 1928, solamente existe una constante inalterada. El Arquitecto Municipal, José Arias Rodríguez-Barba, está presente en todas las fases de decisión y mantiene su puesto durante los tres cambios de régimen vividos. Es parte del jurado evaluador de los primeros anteproyectos, tasa las propiedades a expropiar y, finalmente, dibuja el proyecto del mercado en 1932 que sería efectivamente construido en 1948. La primera subasta de obras de realiza a finales de 1940, lo que hace coincidir el inicio de las obras con el periodo de carestía de materiales sentido en España en los primeros años de Dictadura Autarquica. La falta de materiales e inexistencia de revisión de precios llevan a que el constructor Bernardino Elizarán paralice las obras en 1942 a la espera de cemento, e intente ceder la contrata de obras a otro constructor. Como la obra no sería terminada en el período fijado en el contrato, José Arias, pide la rescisión del contrato con la perdida de fianza. Alternativamente, el constructor pide una prórroga “(...) si se mitiga la pavorosa crisis que impide el normal desenvolvimiento de la industria de la construcción”. El Ayuntamiento rechaza la cesión o la prórroga y, en el verano de 1942, Bernardino Elizarán fallece con pérdida de fianza de 59.789,60 pesetas.
En 1943, José Arias somete a consideración nuevo proyecto del mercado, para invertir los créditos concedidos por el Banco de Crédito Local de España. Ante el encarecimiento de las obras, se pretende habilitar la planta principal, realizando solamente la parte estructural del semisótano, y la planta principal, armaduras y cubiertas de todo el edificio y servicios más indispensables. “Y dejando para más adelante, cuando la situación económica del Ayuntamiento lo permita, la habilitación de la planta de semisótanos con sus almacenes, puestos y cámaras frigoríficas y vivienda del conserje. Se hace una variación a la estructura original, suprimiéndose toda la parte metálica y haciendo las armaduras en cemento armado y se suprimen los cierres metálicos de los puestos. En 1945 se prepara la instalación de las cámaras frigoríficas y en 1946 se aprueba el proyecto de terminación de las obras del mercado de abastos.
En 1949, se procede a la demolición del antiguo Mercado de Abastos con urgencia para que puedan dar inicio las obras del nuevo edificio de Gobierno Civil, detenidas a espera de la disponibilidad del solar. El terreno es parcelado para ensanchamiento de las calles vecinas, particularmente para el trazado de la actual C/ Bernardo Mulleras, y venta de solares.
El mercado sería ampliado y reparado en varias ocasiones en 1960, 1966-67, 1974 y 1978. Según varios entrevistados, en la planta de semisótano se ubicaban puestos de pescadería y en planta alta los de carnicería, embutidos y verduras. Había también puestos en el patio, al aire libre. En los puestos interiores, no había infraestructura de frío ni mostradores refrigerados, los puestos tenían bancadas de mármol. En las décadas de sesenta y setenta, también los residentes en los pueblos vecinos a Ciudad Real se desplazaban al mercado para sus compras. La pérdida de clientes a partir de la llegada de grandes supermercados lleva a una profunda transformación en la década de 1990.
En 1997 empieza el proceso de transformación que concentra los puestos del mercado en el semisótano y libera la planta alta para servicios municipales. Los puestos son modernizados y se atribuyen a base de subasta convocada por el Ayuntamiento. En 2024, los comerciantes indican que la gran cantidad de puestos vacíos se debe no sólo a la caída del volumen de negocio, pero en parte a retrasos en la convocatoria de subastas. Los comerciantes piden que se subasten tan sólo los puestos vacíos, ya que existen interesados, y no la totalidad de los puestos como proponen los servicios municipales, ya que eso obligaria a los comerciantes actualmente abiertos a pagar nuevas tasas.
Análisis
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Ubicación
Estado y Utilización
Documentación
La información de esta página ha sido redactada por Ana C. Rosado en diciembre de 2024, basada en fuentes documentales, bibliográficas y las entrevistas conducidas por Ivonne Herrera Pineda a Jaime Vélez Gómez, José Manuel López y varios comerciantes y clientes del Mercado de Abastos que desean permanecer en el anonimato. Las investigadoras agradecen la colaboración de los entrevistados.
Para citar este trabajo:
Arquitectura Aqui (2024) Mercado de Abastos, Ciudad Real. Accedido en 18/01/2025, en https://arquitecturaaqui.eu/es/edificios-y-conjuntos/35445/mercado-de-abastos-ciudad-real