Recinto Ferial, Zafra
Las ferias y mercados de ganado siempre han tenido tradición en Zafra. Según Blas Toro, la I Feria Regional del Campo Extremeño se realiza en 1966. Hasta la construcción del nuevo Ferial, la feria solía realizarse en los terrenos entre la Barriada de la Luz y la carretera, que se urbanizan en 1975.
Con el II Plan de Desarrollo, el Ministerio de Agricultura concede a Zafra 18 millones de pesetas para la construcción de un nuevo Ferial. Según el Plan, había necesidad en controlar y ordenar el comercio de animales vivos con cinco grandes mercados nacionales, y Zafra se elige para construcción de un proyecto piloto. El proyecto es redactado por José María Martínez Cubells de Tordesillas. El nuevo recinto contiene cuatro pabellones principales: tras la entrada se sitúa la nave de subastas central, ladeada por tres pabellones de ganado iguales: ganado lanar a la izquierda, ganado vacuno a la derecha, y ganado de cerda detrás de la nave de subastas. En 1967 y 1968 se construyen otras naves para ganado y desinfección, y en 1969, el Ayuntamiento ve imprescindible la instalación de nueva caseta municipal, y el proyecto se encomienda al aparejador municipal Miguel Blázquez Benítez, a quien se sugiere que aproveche los materiales de la caseta anterior. Esta se ubica a oeste de los pabellones de ganado, junto al matadero. La caseta es arquitectónicamente interesante, compuesta por un hexágono central elevado y seis adosados en su perímetro, con otro más al exterior, unido a los demás por uno de los lados, para los servicios. Se demolería posiblemente para construcción de la Estación de Autobuses. La recepción provisional de las obras de construcción de Mercado Permanente de Ganado se hace en junio de 1970.
En Ferial continuó su expansión durante las décadas siguientes, con especial destaque para la construcción de dos pabellones centrales en 1992, con un gran auditorio. Tanto que el arquitecto responsable, Manuel Fortea Luna, considera el Recinto Ferial la obra pública más importante de Zafra. Es notable que una ciudad de la dimensión de Zafra dedique 25 hectáreas de terreno urbanizable a su Feria, lo que enfatiza la importancia del certamen para la economía local. El recinto solo se usa integralmente una vez al año, pero al contrario de otros feriales como el de Sevilla, tiene pabellones fijos con uso continuo - por ejemplo, el Pabellón Institucional se usa para actividades deportivas como hockey sobre patines. Los pabellones se proyectan en 1990, ya con fecha de inauguración prevista para 1992, aunque el inicio de obras se retrasó a 1991. En el primer concurso de proyectos, la propuesta de Manuel y su socio queda en segundo lugar, con el primer puesto desierto, porque el jurado no creía que fuera posible construir la estructura propuesta. Los arquitectos garantizan la ejecución y ganan el concurso. Tras la adjudicación, el contratista vuelve a cuestionar la factibilidad de la cubierta. Durante la obra, el arquitecto participó en el proceso de montaje del encofrado, con mediciones in situ para la colocación de las cajas de encofrado. Tras las ampliaciones de inicios de los años 90, el centro gravitacional de la Feria se desplaza a sur, hacía la entrada entre la Policía Local y el Pabellón Central.
Análisis
Dentro del Ferial, hay dos estructuras de destaque. La primera, la ya demolida Caseta Municipal de 1970, proyecto del aparejador municipal Miguel Blázquez Benítez. La estructura ligera sigue una composición geométrica muy característica de finales de 60 e inicios de 70 basada en módulos hexagonales, que puede ser vista en algunos contemporáneos Colegios de Plano Abierto del Plan Cádiz. La planta tiene un hexágono central elevado y seis adosados en su perímetro, con otro más al exterior, unido a los demás por uno de los lados, para los servicios. Se edifica en estructura metálica con cubierta en forma de pirámide de base hexagonal, compuesta por chapas de aluminio.
El Pabellón Central con auditorio, de 1992, se destaca por la estructura abovedada en hormigón armado dividida en nueve tramos por dos conjuntos de dos arcos paralelos, perpendiculares entre sí. El sistema abovedado, inspirado en la estabilidad estructural de las bóvedas extremeñas, consiste en cuatro grandes vigas (muros/arcos) de hormigón cruzados dos a dos, sobre las cuales asienta una cúpula (corte de esfera) central, cuatro paneles hiperbólicos y cuatro partes cónicas, realizadas con encofrado modular. El pabellón tiene, en planta, las proporciones del Castillo de Zafra. En su implantación en el terreno, se buscó la continuidad espacial con los edificios y plaza de la barriada del Príncipe, al otro lado de la carretera N-432. Caso, en el futuro, el tráfico intenso se desplace más allá del perímetro actual y la carretera se convierta en una avenida posible de atravesar, la plaza de la barriada y la plaza triangular delante de los pabellones funcionarán como continuo espacial.
Momentos-clave (clique abajo para más detalle)
Ubicación
Crta. Santos, C/ Recinto Ferial
Estado y Utilización
Documentación
La información de esta página ha sido redactada por Ana C. Rosado en septiembre de 2025, basada en fuentes documentales, bibliográficas y en la entrevista a Manuel Fortea Luna, a quien agradecemos su colaboración. Si tiene alguna memoria o información sobre este conjunto, por favor envíenos su contribución.
Para citar este trabajo:
Ana Costa Rosado para Arquitectura Aqui (2025) Recinto Ferial, Zafra. Accedido en 20/09/2025, en https://arquitecturaaqui.eu/es/edificios-y-conjuntos/65567/recinto-ferial-zafra