Entrevista a María García Osuna, Montoro
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Entrevista telefónica con María García Osuna y las investigadoras Ivonne Herrera Pineda y Ana Costa Rosado el día 29 de mayo de 2024. Agradecemos a María Gracia por su gran generosidad en compartir su historia de vida y proporcionarnos informaciones tan valiosas para comprender la historia social de Montoro. Igualmente gracias a su hijo, José Ortiz García, cronista oficial de Montoro, por facilitarnos este contacto y la entrevista.
Durante esta entrevista, María García nos detalla episodios de su vida que nos permiten comprender el valor social e histórico de estos edificios. María García queda huérfana de padre a temprana edad, por lo que debe ayudar a su madre en la economía familiar: cuidando a su hermana y abuela y trabajando con su madre en limpiezas y en la recogida de la aceituna. A pesar de vivir situaciones difíciles, su experiencia de vida es de haber tenido una infancia muy feliz. Detallamos a continuación algunas informaciones proporcionadas sobre los edificios estudiados.
Colegio San Francisco Solano
Había siete aulas, dos añadidas. Los niños y las niñas estaban separados.
La llamaban “Escuela de la Pani” por una panadería que estaba enfrente. Más tarde esa panadería se trasladó al Retamar, pero las personas siguieron llamando así a la escuela.
Tras la muerte de su padre, comenzó a limpiar este colegio (donde ella estudiaba) y solo iba a la escuela ocasionalmente. Durante el invierno dejaba de estudiar pues se iba a la recogida de aceituna con su madre, lo que les proporcionaba unos ingresos muy necesarios. Luego volvían y retomaban el trabajo de limpieza de la escuela.
El aula que limpiaba estaba en el edificio antiguo, tenía tres ventanas muy grandes, y para limpiar debía apoyarse en el panel central de la ventana que era fijo.
Dentro de las aulas había pupitres donde se sentaban dos niñas o dos niños, uno al lado de otro.
Había dos patios muy grandes, con moreras enormes y una fuente en cada patio.
Las casas de las maestras (“el piso de la maestra”) estaban dentro del recinto. No logra ubicar donde estaban estos espacios, dadas las reformas que se han hecho a lo largo del tiempo. Su percepción es que ha cambiado mucho y no se parece a como era en la época en la que frecuentó este espacio. “Cuando voy a votar digo: "madre mía de mi vida, esto ya no es mi escuela”. “Me he criado allí, cuando yo era tan chica, y le cogí tanto cariño, y yo lo veo ahora todo al revés”. Le gustaba más antes que ahora. Algunos cambios no le parecen bien, por ejemplo, quitar las fuentes o los patios anteriores, que le parecían muy bonitos. “Ahora lo veo muy raro”.
La escuela terminaba a las 17h, y tras ello iba a comer a un comedor situado en el actual museo de la Semana Santa. Era un comedor destinado a las personas de escasos recursos, y era probablemente o de la iglesia o de la Sección Femenina. Allí comía muy bien, y también podía recoger alimentos, como leche en polvo o aceite, o en ocasiones ropa.
A la escuela, iba una maestra de la Sección Femenina a dar clases de baile.
Escuela de la
Estación
Estaba en la avenida de la Estación. Esta escuela (de las casitas nuevas) tenía seis aulas y daban clases normales a niños.
Las ventanas eran grandes y altas, y no tenían rejas.
Actualmente está allí el conservatorio de música.
Colegio Épora
Cuando hicieron el Épora, cerraron la escuela de la Estación.
Sus hijos estudiaron ya en el Épora.
Barrio de la Bastilla
Ha vivido en este barrio desde pequeña.
El barrio tenía mucha vida, tanto por los comercios como por las relaciones vecinales de proximidad. Los vecinos se ayudaban y estaban pendientes entre sí.
No tenían agua y había que ir a la fuente con cántaros. Pusieron agua en las casas por el año 1964-66 aproximadamente.
Escuela de la Torrecilla
Ella y su madre iban a la recogida de la aceituna y vivían en una casa de un familiar, que estaba cercana a la escuela de la Torrecilla.
Ella no fue a esta escuela, pero se acuerda con cariño de una maestra de allí, Antonia, que era del norte de España. Esta maestra no dormía en las escuelas, sino en la casa de su familiar. De este modo, no estaba sola en el campo y podía relacionarse con otras personas.
Recuerda que cuando cerraron esas escuelas, había un bus que llevaba a los niños a Montoro a estudiar.
La recogida e incorporación de este testimonio oral fueron elaboradas por Ivonne Herrera Pineda y Ana Costa Rosado, a partir de una entrevista realizada en mayo de 2024.
Para citar este trabajo:
Arquitectura Aqui (2024) Entrevista a María García Osuna, Montoro. Accedido en 21/11/2024, en https://arquitecturaaqui.eu/es/documentacion/notas-de-observacion-o-conversacion/47182/entrevista-a-maria-garcia-osuna-montoro