Écija es un municipio y una ciudad de la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía. Ubicada en la comarca del mismo nombre, geográficamente se encuentra en el este de la provincia, en el valle del río Genil. Limita al noroeste con la provincia de Córdoba. El término municipal conta con 39.743 habitantes (INE 2022) y su extensión es de 978,73 km², siendo el mayor municipio de toda la provincia de Sevilla. La ciudad de Écija ha sido declarada Conjunto Histórico en 1966. Es cabeza del Partido Judicial número 10 de la provincia de Sevilla, que engloba a los municipios de Écija, La Luisiana, Cañada Rosal y Fuentes de Andalucía, que suman 55.564 habitantes. Las instalaciones judiciales constan de dos juzgados de primera instancia e instrucción y registro civil. También el Hospital de Alta Resolución de Écija sirve la población de los municipios del partido judicial. Su condición de lugar central perteneciente a la red de ciudades medias de Andalucía (Espino-Hidalgo, 2015) ha evitado la pérdida de población, que se ha mantenido estable desde 1970. De su patrimonio, destaca el desarrollo del barroco ecijano en el siglo XVIII, siglo de prosperidad en la ciudad que se conocería como “de las torres”. 

En 1945, la ciudad estaba siendo asolada por un grave déficit de vivienda, registrado por el arquitecto municipal José Granados de la Vega en una ilustrativa memoria. Para atender a esa necesidad, en la segunda mitad del siglo XX proliferan las barriadas como el Grupo San Pablo, Barriada de la Ronda de San Agustín, Barriada de Santa Ana o de San Hermenegildo. También la falta de plazas escolares ha sido una constante, que se fue mitigando con la construcción de colegios por la Diputación Provincial o por los Planes de Construcciones Escolares, como El Valle, Miguel de Cervantes, Instituto San Fulgencio o la actual Escuela Oficial de Idiomas.

Varias personas de Écija, con quienes hablamos en 2024, destacan la relevancia de la educación en Écija, tanto para el desarrollo local como en la experiencia cotidiana del alumnado o de profesionales. Comentan que en los años 70 la demanda de educación en Écija se disparó, y que el Ayuntamiento habilitó un autobús para que los alumnos de pedanías cercanas pudieran ir al colegio El Valle. También se destaca la importancia del IES San Fulgencio para la localidad en general pues es “donde ha estudiado toda Écija, prácticamente todas las generaciones de Écija”. Resaltan también las buenas condiciones que tiene el centro SAFA. En la actualidad, se apunta la falta de centros educativos y otro tipo de servicios en Écija: “Écija ha crecido muchísimo y los recursos se nos han quedado un poquito pequeños” (institutos, guarderías, etc.). Por último, se señala que es necesario seguir apostando por la Formación Profesional, y no solo exclusivamente por la universidad, porque no todos los jóvenes tienen perfil para carrera universitaria y porque la sociedad demanda trayectorias técnicas.